EL ARCANGEL MIGUEL Y LOS PLANOS O CUERPOS ETERICOS
DEL HOMBRE.
Cuando hacemos un ritual del Arcángel Miguel y liberamos y cortamos toda fuerza siniestra,
oscuridad y retraso lo hacemos con la idea de liberar a todo los desencarnados atados a la
tierra, el plano astral y toda condición humana imperfecta. Así mismo pedimos
barrer con todas las impurezas del plano astral y establecer el reino de la luz
y sus Santos Ángeles del Relámpago Azul en todo el planeta tierra, pero debemos
saber cuáles son eses planos o cuerpos, el las disciplina holísticas y cómo actúan
en nuestras vida y como pueden ser negativas si no la podemos cortar y liberar,
cuando realizamos un servicio del Amado Arcángel Miguel utilizamos la llama trina o tripartita para
que actué en esos planos o cuerpos y queden encendidas en el plano Eterico, en
el Astral, en el Mental, Buddhico, Atmico, Monadico y Adico.Y con el Poder de la Voluntad Divina, La Sabiduria
de la Voluntad Divina, El Amor de la Voluntad Divina, los angeles y lo mas
grandes, gloriosos , invencibles y victoriosos poderes del Rayo Azul y los Seres del Primer Rayo para proteger, dirigir, iluminar, sanando,
suministrando, liberando, transmutando todas esas energías negativas, limpiar,
equilibrar estos planos o cuerpos para una condición feliz. Y equilibrar todo corazón, de todo ser humano
y de todo el universo. Solo colcas una velita azul los días domingo o cuando necesites equilibrar y ordenar tu
esencia como ser humano y pídele al Bien Amado Arcángel Miguel que envié sus ángeles
de la llama azul para que te protejan,
te envuelvan, y te libere de toda oscuridad, fuerza siniestra y hagan brillar
el Rayo Azul al tu alrededor.
De acuerdo al enfoque holístico, el ser humano está compuesto por
"Siete Cuerpos":
·
El Cuerpo Físico
·
El Cuerpo Emocional
·
El Cuerpo Mental
·
El Cuerpo Intuicional
o Buddhico
·
El Cuerpo Espiritual
o Atmico
·
El Cuerpo Monádico
·
El Cuerpo Divino
o Adico
El CUERPO FÍSICO es el más
denso de todos y es el que nosotros los humanos (gracias a la ciencia
occidental) conocemos tan bien.
Dentro del mismo plano físico
encontramos lo que se denomina el CUERPO ETÉRICO. Por definición
científica, el éter es considerado como un estado intermedio entre la materia y
la energía pura. Algo de eso encontramos en el cuerpo etérico de todos los
seres planetarios.
El etérico es un cuerpo de energía
formado por finísimos hilos de luz, que se entrelazan formando algo así como
una red intrincada.
El cuerpo etérico funciona como el
intermediario entre el físico y los demás cuerpos que integran al ser humano.
Toda la información que viene del
cuerpo físico y deba alcanzar a los cuerpos (o planos) más elevados, pasa
necesariamente a través del etérico. De manera inversa, todo aquello que desde
los cuerpos más sutiles deba llegar a manifestarse a través del cuerpo físico,
pasa necesariamente a través del cuerpo etérico.
Una función sumamente importante del
cuerpo etérico es la de conferir vida al cuerpo físico. Es por esta razón que
en otras disciplinas similares, al cuerpo etérico se lo denomina “cuerpo
vital”.
El siguiente plano que encontramos
por encima del físico-etérico se denomina CUERPO EMOCIONAL.
Como su mismo nombre lo dice, es en
este plano donde residen todas nuestras reacciones emocionales frente a lo que
nos impresiona del “afuera”, es decir todo aquello que percibimos.
El tipo de respuesta emocional puede
ser sólo de dos tipos: la indiferencia (la no-respuesta emocional) y la
reacción (la respuesta emocional), que a su vez puede ser de atracción (en
aquellas cosas que nos provocan placer) o de repulsión o rechazo (en aquellas
cosas que nos generan displacer).
Le sigue el CUERPO MENTAL.
En este cuerpo residen nuestros
pensamientos. Es importante saber (como lo explico detalladamente en mi primer
libro “DEL CUERPO AL ESPÍRITU, un camino de sanación”, de editorial
Deva´s) que nuestros pensamientos no se originan en el cerebro, sino que surgen
en este plano, que no tiene nada que ver con el cerebro físico.
El cerebro manifiesta físicamente
aquello que fue pensado en el plano (cuerpo) mental, que como podemos ver se
encuentra en un nivel mucho más sutil que el nivel físico.
Este plano se divide a su vez en dos
subplanos: el cuerpo mental inferior y el cuerpo
mental superior. El inferior es lo que nosotros denominamos el
intelecto. Es aquel plano que utilizamos para razonar, deducir, analizar, etc.
Como oposición al mental inferior, el
cuerpo mental superior es aquél donde residen los pensamientos abstractos.
Cualquier pensamiento abstracto proviene del cuerpo mental superior. Cuando
alguien piensa “la rosa” como algo abstracto, o cuando alguien estudia “el
estómago” en anatomía, estamos hablando de conceptos abstractos. Pues bien,
todo lo que sea abstracto proviene del cuerpo (plano) mental superior.
Al hablar del plano mental superior
ya estamos literalmente ubicándonos en planos de índole espiritual. La cualidad
espiritual que se alcanza cuando accedemos en plenitud a este plano es lo que
se denominaCHIT en el idioma sánscrito, que es la cualidad de la mente espiritual.
A continuación del plano mental,
alcanzamos el CUERPO INTUICIONAL O BUDDHICO.
Como su nombre mismo lo indica, es en
este plano donde encontramos el origen de la intuición. La intuición es una
forma de conocimiento directo y total. No hace falta ningún análisis ni
síntesis, ningún razonamiento, ninguna conclusión.
El conocimiento intuitivo es por
definición completo y certero. Cuando alguien alcanza el conocimiento
intuitivo, tiene la certeza de que ese conocimiento es
así. Muchas personas se pasan días o semanas tratando de resolver algún
problema hasta que, de repente y sin que medie razonamiento alguno…. ¡llega la
respuesta de manera completa, iluminadora!
En Oriente se dice que cuando
la luz de Buddhi alcanza la percepción, tenemos la comprensión. Como
podemos ver, para comprender algo debemos iluminarlo con el componente de la
intuición.
Si conseguimos acceder y permanecer
plenamente en el plano Buddhico durante la meditación, alcanzamos lo que se
denomina ANANDA en sánscrito, que traducido al español sería algo así como labienaventuranza, o
el estado de amor crístico, incondicional, cósmico.
También es en este cuerpo donde se
alcanza el estado de VIVEKA, cuya traducción al español seríadiscernimiento,
que textualmente significa tener clara la distinción entre lo real y lo no real
(espiritualmente hablando).
El siguiente cuerpo es el CUERPO ESPITITUAL O ATMICO.
En este plano encontramos lo más elevado de la espiritualidad accesible
desde nuestro nivel humano. El cuerpo atmico es aquel donde encontraremos la
Voluntad Espiritual. En sánscrito existe el vocablo SATsignifica lo
que es.
Los tres conceptos SAT-ANANDA-CHIT conforman una
trilogía analogable al concepto tríptico de PADRE-HIJO-MADRE de las
distintas disciplinas espirituales del mundo.
El sexto plano o cuerpo que componen
la estructura del ser humano es el CUERPO MONÁDICO.
La mónada podría ser definida como el
espíritu para los occidentales. Espíritu y alma no son sinónimos, sino
algo diferente uno de otro. El espíritu es la chispa, esa partícula
divina que cada ser lleva internamente y que nos hace parte de un todo
integrado universal.
El alma es un reflejo en miniatura de
la mónada. Es por esto que el camino de elevación espiritual implica diversas
etapas. La primera es la integración de la personalidad como un todo; cuerpo
físico, cuerpo emocional y cuerpo mental deberían integrarse de tal manera de
conformar un sistema coherente y armónico que pueda servir para la expresión
plena del alma en el plano de la vida encarnada.
Una vez integrada totalmente la
personalidad, sigue la etapa de la integración con el alma. Cuando existe una
integración personalidad-alma, es entonces que sigue la siguiente etapa de
integración entre personalidad-alma y espíritu (o mónada). Dicho de esta manera
parece sencillo, pero este proceso de integraciones sucesivas puede significar
siglos de trabajo incesante hasta llegar a la meta.
El séptimo plano o cuerpo
constitutivo del ser humano es el CUERPO DIVINO O ADICO.
Resulta prácticamente imposible
describir o definir desde el plano encarnado lo que significa el último cuerpo
del ser humano, porque éste es totalmente sutil, y constituye la etapa final de
integración, en la que no necesitaríamos encarnar más, ya que habríamos
alcanzado la re-unión con el Padre. Este paso final es lo que en otras
disciplinas se conoce como el retorno a la Fuente.
MONICA ZERPA. ELANGELUS.
Monica_elangelus@hotmail.com
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